A veces este estado nos invita a repensar nuestra definición de fuerza, de resistencia, y quizás, también de amor
A veces este estado nos invita a repensar nuestra definición de fuerza, de resistencia, y quizás, también de amor
Solía escribir rápido y teclear con fuerza. Tanto así que a la mayoría de los teclados les he borrado las letras. A veces, incluso, escribía más rápido que el flujo de mis pensamientos. Me creía pianista cuando escribía, cambiando de ritmos cada vez que apretaba la tecla ancha que marca el espacio entre palabras. Cuando no encontraba una palabra o una idea, movía las manos y los dedos inconscientemente frente a mí como si quisiera pescar la frase perdida en el aire. Siempre he sabido que pienso con las manos.
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