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En su libro publicado en 1928, y titulado Un hombre muy viejo, Italo Svevo se nos quejaba de lo siguiente: “Y ahora que estoy viejo, solo los jóvenes merecen respeto”. Y si son ricos y famosos, a la Bad Bunny, también se les concede sabiduría. E influencia política, además, convirtiéndose en esos “influencers” de las “redes” que desembocaron en la manifestación cívica del verano 2019. Hace tiempo que cuestiono los frutos de la educación; ahora bien, hoy en día esta ha sido sustituida por la influencia mediática primero -la televisión- y las “redes sociales” después, condicionamientos sociales un poco a mitad de camino entre la antigua propaganda política y el más reciente populismo demagógico. Enseñar a pensar es como enseñarle el delicado oficio del autorretrato pictórico a un amante de los selfies. La gratificación instantánea impera en el mundo.
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