Enfocar esfuerzos hacia balancear el ecosistema a favor del paciente y atender la crisis que enfrentamos es la orden del día. El sector privado deberá ser más proactivo y el gobierno está obligado a permitirlo, plantea Salvador Rovira
Enfocar esfuerzos hacia balancear el ecosistema a favor del paciente y atender la crisis que enfrentamos es la orden del día. El sector privado deberá ser más proactivo y el gobierno está obligado a permitirlo, plantea Salvador Rovira
De cara al 2023, el sistema de Salud de Puerto Rico enfrenta varios desafíos. En primer lugar se encuentra nuestro censo. A medida que los jóvenes migran al continente de los Estados Unidos, las personas de la tercera edad conforman una proporción mayor de la población a la que teníamos hace una década. Segundo, los indicadores de salud son peores que los del resto de los Estados Unidos. Tercero, el Plan Vital y los programas Advantage, ambos financiados con fondos federales, cubren más de la mitad de la población y se enfrentan a desafíos de financiamiento futuros. Cuarto, la isla está experimentando una importante baja en su fuerza laboral médica. Esto debido a la migración de médicos al continente de los Estados Unidos, particularmente especialistas y sub-especialistas y, por otro lado, a los que están orgánicamente retirándose de sus prácticas por diversas razones, entre ellas por la edad.
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