La gran enseñanza de estas elecciones de medio término es que en política la maldad tiene mecha corta y corta vida. Nada ni nadie supera la oferta de un partido y candidato con programa honesto, de carácter firme y justo, escribe Orlando Parga
La gran enseñanza de estas elecciones de medio término es que en política la maldad tiene mecha corta y corta vida. Nada ni nadie supera la oferta de un partido y candidato con programa honesto, de carácter firme y justo, escribe Orlando Parga
La verdad es que poco importa cuántos escaños legislativos alcanzarán demócratas o republicanos tras el resultado final de las elecciones de medio término celebradas este pasado martes. La noticia es que la anticipada ola de radicalismo “trumpiano” se convirtió en sal y agua cuando la gente sensata salió a votar. La mayoría de los candidatos republicanos que aceptaron la bendición de “Mar-A-Lago”, particularmente los 291 notorios “deniers” que adoptaron de dogma el “fake news” de que a Trump le robaron las elecciones en 2020, ayer perdieron o ganaron raspando.
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