Tengamos cuidado. Defendiendo el aborto no defendemos un derecho humano, sino un derecho en contra de lo humano, no solo del no nacido, sino también de la mujer, escribe Giuseppe Zaffaroni
Tengamos cuidado. Defendiendo el aborto no defendemos un derecho humano, sino un derecho en contra de lo humano, no solo del no nacido, sino también de la mujer, escribe Giuseppe Zaffaroni
La propuesta de ley del Senado 693 ha desencadenado, como era previsible, un debate violento y agresivo. Es evidente que al centro de la discusión no está el proyecto en sí: ¿Cuántas mujeres de verdad quisieran abortar después del quinto mes? ¿Quiénes no reconocerían como poco racional esperar a abortar hasta después del quinto mes? Los tonos altos y la absoluta incapacidad de entablar un diálogo se deben al hecho de que las que se enfrentan son dos visiones radicalmente opuestas del ser humano, de sus derechos y de qué significa vivir en sociedad. En pocas palabras, está en juego un “proyecto de país”, una visión del Puerto Rico que queremos construir.
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