En estos días nos une el mismo pesar, el mismo dolor, los mismos temores y la misma sensación de desesperanza. Y no es para menos. Hemos vivido una experiencia que nos marcará para siempre. Es muy improbable que volvamos a ser los mismos tanto en el plano espiritual como en lo material. No cabe duda de que por siempre recordaremos el paso del Huracán María como una de las vivencias más impactantes de nuestras vidas. Es importante que dejemos esta aseveración estipulada y que la aceptemos como una nueva e irrevocable. realidad.
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