La salud sexual y reproductiva contempla el disfrute de una vida sexual satisfactoria, la posibilidad de ejercer el derecho a procrear o no, el derecho a información que posibilite decisiones libres e informadas, la posibilidad de elección de métodos de regulación de fecundidad eficaces y accesibles, la eliminación de la violencia doméstica y sexual, la atención de enfermedades de transmisión sexual, y de otros padecimientos, y el acceso a cuidados y atenciones durante el embarazo y alumbramiento.
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Acercarse a la juventud
La candidata del PIP, María de Lourdes Santiago, expone que es una obligación orientar mejor y proveer más herramientas a la población joven sobre el sexo.