La noche del 31 de diciembre de 1972 aparentaba ser una muy alegre, mientras se escuchaba la música tradicional de la época, los cantares de Navidad, unos bailaban mientras otros se deleitaban con el arroz con gandules, el pernil, las morcillas y, cómo no, el coquito. De momento esa música en la radio se detuvo para darnos esta gran triste noticia. El avión que llevaba medicamentos y alimentos a nuestra hermana Nicaragua se había estrellado. En él viajaba Roberto Clemente, quien quiso supervisar de cerca la entrega de nuestra ayuda, por rumores de que el gobierno de ese país desviaba esa ayuda.
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