A amar también se aprende, por lo que es posible promover otras lecturas del fenómeno amoroso, escribe Madeline Román
A amar también se aprende, por lo que es posible promover otras lecturas del fenómeno amoroso, escribe Madeline Román
“Cuanto control y cuanto amor tiene que haber en una casa…mucho control y mucho amor para enfrentar a la desgracia…” Esta vieja canción de Rubén Blades parece comunicar que se requiere de una gran disposición amorosa y de una gran disposición al autocontrol a la hora de lidiar con los grandes desafíos y problemas confrontados por las familias y parejas contemporáneas. Amor y (auto)control en esta canción se proponen como aquello que, frente a un conflicto X, nos contendría de no “caerle encima a alguien” o bien de no activar el resorte de la violencia.
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