Es esencial modificar nuestro modelo y forma de gobernar y un liderato a nivel gubernamental y comunitario que sea capaz de conseguirlo, plantea José A. Frontera Agenjo
Es esencial modificar nuestro modelo y forma de gobernar y un liderato a nivel gubernamental y comunitario que sea capaz de conseguirlo, plantea José A. Frontera Agenjo
Todos los que hemos tratado de entender y analizar la situación del país desde el huracán María hasta ahora llegamos, casi unánimemente, a la misma conclusión: la verdadera crisis de Puerto Rico es una crisis de gobernanza. Es decir, el problema no es el gobierno sino cómo se gobierna. Digo esto porque, en lo mínimo, todo espacio político necesita instituciones de autoridad y de distribución de poder, a eso me refiero con gobierno. Pero si quienes administran esas estructuras no tienen clara su función, carecen de las habilidades para ejercerlas o no son capaces de ejecutar conforme a las necesidades del pueblo y para el mayor bien común, estamos en una crisis de gobernanza. Esta descansa sobre la confianza que tengamos los ciudadanos en el gobierno y en quienes nos gobiernan, confianza que está claramente maltrecha.
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