El de la literatura fue su camino principal pero -como los personajes del cuento de Borges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”- llegó a él tras varias encrucijadas, escribe Carmen Dolores Hernández
El de la literatura fue su camino principal pero -como los personajes del cuento de Borges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”- llegó a él tras varias encrucijadas, escribe Carmen Dolores Hernández
Da trabajo asimilar la muerte de Arturo Echavarría Ferrari. Un amigo entrañable de muchos años -al igual que Luce, su esposa- su partida deja un vacío inmenso. ¿Cómo pensar que no disfrutaremos más de su conversación amena, su ingenio agudo, su chispa irónica, su cordialidad constante? Amigo fiel de sus amigos -y maestro también de las gentes- su muerte nos deja huérfanos de su amistad.
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