Una vez trancados nos olvidamos de la persona que fue sentenciada por un delito grave o menos grave, como quien te robó el catalítico, escribe Roberto Vega Rivera
Una vez trancados nos olvidamos de la persona que fue sentenciada por un delito grave o menos grave, como quien te robó el catalítico, escribe Roberto Vega Rivera
Una vez más tenemos un violento comienzo de año. Una vez más lo escuchamos y nos resignamos. Los robos, la violencia doméstica y los asesinatos durante las primeras semanas del año resultan abrumadores. Nuestra esperanza es que la Policía sea capaz de atrapar los delincuentes, encerrarlos y botar la llave. La satisfacción de ver cómo dos policías sujetan a un sospechoso de perpetrar un delito, escoltándolo al tribunal, es sobrecogedora. Finalmente lo agarraron, comentan muchos. Creemos que se hizo justicia. Saber qué sucede después generalmente no trasciende públicamente. Sin embargo, justo lo que ocurre después es lo que podría hacer que no comencemos el próximo año igual de violento.
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