La única solución para el presidente es retirar el proyecto de reforma de pensiones y nombrar un nuevo gobierno. Es el único acto republicano para salvaguardar la democracia, escribe Gabriel Méndez Sánchez
La única solución para el presidente es retirar el proyecto de reforma de pensiones y nombrar un nuevo gobierno. Es el único acto republicano para salvaguardar la democracia, escribe Gabriel Méndez Sánchez
¿De los chalecos amarillos a los chalecos rojos? La cólera popular no hace sino aumentar en toda Francia. ¿Es la reforma de pensiones la punta del iceberg de un descontento social mucho más profundo? Si algo ha logrado Emmanuel Macron durante sus dos mandatos, ha sido movilizar a todo el pueblo en su contra. ¿Caerá el gobierno de la primera ministro Elisabeth Borne? ¿Es el fin del mandato de Emmanuel Macron? Sin duda alguna, si Francia vive una de las peores crisis sociales de la V República (1958-202?), el único responsable es el actual presidente de la república. Ignorando al pueblo una vez más, el pasado jueves 16 de marzo, su minoría presidencial en la Asamblea Nacional apoyó el botón nuclear. Durante más de dos meses de manifestaciones, huelgas y protestas espontáneas, el pueblo no ha cesado de manifestar su profundo rechazo a una reforma de pensiones extremadamente injusta e impopular. El pueblo exige solo una cosa: el retiro inmediato de la reforma. Mientras tanto, el gobierno hace caso omiso al clamor popular y el monarca presidencial se atrinchera en su palacio.
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