Aunque, ciertamente, no es trabajo del gobierno ni de los patronos privados hacer cumplir las reglas de una religión en sus creyentes, estos tienen la tarea de evaluar si la objeción religiosa es sincera, escribe Jaime E. Picó
Aunque, ciertamente, no es trabajo del gobierno ni de los patronos privados hacer cumplir las reglas de una religión en sus creyentes, estos tienen la tarea de evaluar si la objeción religiosa es sincera, escribe Jaime E. Picó
La opinión pública sobre las razones para negarse a vacunarse contra el COVID-19 incluye creencias variadas y profundamente arraigadas tales: (1) los derechos individuales; (2) la libertad de culto; y (3) la desconfianza generalizada en las vacunas. A medida que las vacunas están ampliamente disponibles y se desarrollan variantes de virus cada vez más preocupantes, el problema de los que rechazan la vacuna adquiere una nueva urgencia, toda vez que las razones para no vacunarse se han propagado tan rápidamente como el virus.
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