Con unas manos prodigiosas en el segundo cojín, el entonces narrador de los Titanes, Layo Hernández, llamó a Charlie Montoyo como el “Niño de Oro”. Producto de las pequeñas ligas de Florida, Montoyo se convirtió el jueves en el cuarto puertorriqueño en convertirse en dirigente en las Grandes Ligas. Fue nombrado como el nuevo piloto de los Azulejos de Toronto.