En Venezuela ha quedado ampliamente demostrado que la corrupción no es cosa de bipartidismo. Pero ese es el gran engaño que la izquierda confía que podrá perpetrar en Puerto Rico, escribe José Rodríguez Suárez
En Venezuela ha quedado ampliamente demostrado que la corrupción no es cosa de bipartidismo. Pero ese es el gran engaño que la izquierda confía que podrá perpetrar en Puerto Rico, escribe José Rodríguez Suárez
Los puertorriqueños están hartos de la corrupción. La izquierda apuesta a que podrá usar el descontento con la corrupción primero para ganar las próximas elecciones, y luego para llevar a cabo cambios radicales a través de una convención constituyente. La fórmula es sencilla. Para lo primero vincula la corrupción a los llamados “partidos tradicionales”. Para lo segundo postula que el “sistema político bipartidista” que supuestamente tenemos propicia la corrupción.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: