Nos toca hoy conscientemente atajar la violencia sexual en todos los niveles de la vida en sociedad, no sólo para remediarla, sino también para erradicarla, escribe Elithet Silva Martínez
Nos toca hoy conscientemente atajar la violencia sexual en todos los niveles de la vida en sociedad, no sólo para remediarla, sino también para erradicarla, escribe Elithet Silva Martínez
En más de una ocasión me ha tocado trabajar en un espacio de acompañamiento a personas sobrevivientes de experiencias traumáticas por violencia sexual, muchas de ellas desde la niñez. Es notable que en las conversaciones existen narrativas similares. Entre ellas está el revisitar momentos de las etapas tempranas de vida, y cómo a algunas personas el acercarse a la niñez interior les resulta muy doloroso. Si bien hay quien puede hacer reminiscencia de su niñez, re-nombrar su historia, mirarse desde otra luz y hasta sanar, hay muchas personas que han sido tan laceradas, que al intentar abrazar a ese pequeño ser que algún día fueron, duele demasiado. Esto es común en personas que enfrentan una violencia que en demasiadas ocasiones se vive en silencio. Y es precisamente en abril, Mes de Concienciación sobre la Violencia Sexual, que se hace importante tocar este tema.
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