La cruda realidad del abandono de los ancianos llama a reaccionar, especialmente en esta época navideña, para evitar la reiteración de estos tristes casos
La cruda realidad del abandono de los ancianos llama a reaccionar, especialmente en esta época navideña, para evitar la reiteración de estos tristes casos
[...] Mi tío cogió la maleta y dijo que, al fin de cuentas, estaba satisfecho porque había venido al velorio de su madre y que ya no tenía que hacer por todo aquello. Salió diciendo que no le importaba haber gastado el pasaje, ni en la caja, ni en las lloronas, que miraran a ver si en todo el barrio había un hijo tan sacrificado. “Ahí está la caja”, dijo, “para el que le toque el turno”. Y salió casi corriendo. (Valcárcel, 1958, párr. 13)
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: