La estabilización de los alquileres de casas o apartamentos contribuye a evitar los desplazamientos de inquilinos, escribe Raúl Santiago Bartolomei
La estabilización de los alquileres de casas o apartamentos contribuye a evitar los desplazamientos de inquilinos, escribe Raúl Santiago Bartolomei
Mucha de la atención sobre la crisis de vivienda en Puerto Rico ha sido acaparada por comentaristas de medios, desarrolladores y corredores de bienes raíces que insisten en que la solución está en aumentar la construcción y en facilitar el financiamiento a la compraventa. Esta propuesta ignora tres aspectos cruciales. El primero es que ningún país en el mundo ha resuelto una crisis de asequibilidad de esta manera. El segundo es que, contrario a lo que puedan pensar muchos, la vivienda de compraventa es por mucho la que más subsidio y asistencia pública recibe. Y el tercero es que esta propuesta obvia por completo una parte sustancial de la población: los inquilinos. Según el Negociado del Censo de los Estados Unidos, más de la mitad de los inquilinos en el archipiélago puertorriqueño gastan más de una tercera parte de su ingreso en alquiler.
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