Acabar con el personalismo es el primer paso para reconstruir las instituciones del país, escribe Víctor M. Muñiz-Fraticelli
Acabar con el personalismo es el primer paso para reconstruir las instituciones del país, escribe Víctor M. Muñiz-Fraticelli
Ante una crisis política se pueden asumir varias posturas. Hay quien piensa que lo más importante es fijar la responsabilidad moral de los individuos involucrados para así atribuirle culpa a quien actuó con maldad o descuido y reconocer el mérito de quien intentó evitar o reparar el daño provocado. Esta postura tiene mucho mérito porque corresponde a la intuición moral de las personas y al funcionamiento de los tribunales, que tienen que enfrentarse a casos particulares de personas que cumplieron o no su deber. Digamos que esta es la postura personalista ante la crisis.
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