Tenemos la urgencia de dar visibilidad y atender con pertinencia las necesidades no solo físicas, sino también emocionales de este sector tan vulnerable de los cuidadores, escribe Ivannys A. Cappas Pérez
Tenemos la urgencia de dar visibilidad y atender con pertinencia las necesidades no solo físicas, sino también emocionales de este sector tan vulnerable de los cuidadores, escribe Ivannys A. Cappas Pérez
Cuidar un adulto mayor produce un sentido de satisfacción y retribución. Sin embargo, cuidar se convierte en una actividad demandante, prolongada y agotadora. La sobrecarga puede generar pensamientos de choque que afectan el vínculo positivo de lealtad al adulto mayor y un secuestro de las propias necesidades vitales y relacionales. La presión del juicio social impacta el aspecto emocional. Esto se conoce como ambivalencia afectiva.
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