El fin del PUA es la coyuntura perfecta para utilizar los fondos federales disponibles para incentivar el empleo en lugar de desincentivarlo, dice Jaime E. Picó
El fin del PUA es la coyuntura perfecta para utilizar los fondos federales disponibles para incentivar el empleo en lugar de desincentivarlo, dice Jaime E. Picó
La pandemia del coronavirus le ha asestado un duro golpe a la economía de Puerto Rico. Además de las vidas perdidas, el COVID-19 le ha costado a la Isla miles de empleos y se estima que, al menos, 1,400 negocios han cerrado. Conforme se han ido eliminando las restricciones y con las ayudas federales recibidas, la economía ha ido recuperándose a paso lento. Aunque las perspectivas continúan siendo muy inciertas, la realidad es que el nivel de contagios ya prácticamente no tiene un impacto económico adverso toda vez que tanto el gobierno como los negocios están reacios a adoptar restricciones severas que laceren la actividad económica.
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