Construyamos memorias que nos llenen el alma, que sean testigos del amor que compartimos, escribe Carmen Collazo
Construyamos memorias que nos llenen el alma, que sean testigos del amor que compartimos, escribe Carmen Collazo
Cada amanecer nos regala un día más, y también uno menos. Nuestros seres queridos, especialmente los mayores, transitan silenciosamente por el paso del tiempo, llevándose consigo momentos que nunca volverán. ¿Cuántas veces hemos dejado que la rutina nos aleje de ellos? En la prisa del día a día, olvidamos detenernos para escuchar sus historias, abrazarlos con intención o simplemente compartir un momento que les diga: “Aquí estoy, contigo”.
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