La destrucción física de la casa en Playuela tiene una carga simbólica muy poderosa: quienes desplazan buscan arrasar con todo, hasta con la gente, escribe Ariadna Godreau
La destrucción física de la casa en Playuela tiene una carga simbólica muy poderosa: quienes desplazan buscan arrasar con todo, hasta con la gente, escribe Ariadna Godreau
De cara a los procesos eleccionarios, candidatos de un lado y otro incluyen la reconstrucción, la vivienda y los derechos de la población adulta mayor como temas urgentes en sus agendas por diseñar. Sin embargo, en pocas instancias, hemos visto propuestas concretas que atiendan la pregunta de cómo responderemos a la necesidad de techo seguro, particularmente para aquellas generaciones envejecidas que sufren la posibilidad de desalojo a manos de la crisis económica, la desigualdad y la especulación sobre nuestras tierras. El caso de Ramona Cruz Sanabria, recién documentado por El Nuevo Día, es una buena y urgente ocasión para alinear narrativa y compromiso.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: