Después del Plan de Ajuste, ¿ahora qué?La corrupción, que se identifica con individuos, es en realidad una corrupción del sistema, de la manera como se ha concebido la relación de lo privado y lo público y de una visión en que el estado pertenece al partido en el poder, escribe José J. Villamil
La aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda (PDA) es, sin duda, un paso positivo, si por más nada, porque introduce certeza en lo que ha sido un escenario definido por la incertidumbre, enemiga del desarrollo. Sin embargo, el optimismo que ha generado el PDA debe ser visto ante una realidad. La quiebra, Promesa, la Junta de Supervisión y la juez Laura Taylor Swain son el resultado de décadas de manejo incompetente e irresponsable tanto de la economía como de la salud fiscal del gobierno. La Junta no es el principal obstáculo al desarrollo, somos nosotros.
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