El caso de la voleibolista refleja cómo la falta de perspectiva de género impacta asuntos que de su faz no aparentan tener que ver con género, escribe Jean René Santiago
El caso de la voleibolista refleja cómo la falta de perspectiva de género impacta asuntos que de su faz no aparentan tener que ver con género, escribe Jean René Santiago
La medallista olímpica Destinee Hooker Washington jugó un rol importante en la temporada y postemporada de las Sanjuaneras, que en su primer año representando a la capital en el voleibol femenino, lograron su pase a la final y se enfrentaban en una serie contra las campeonas, Criollas de Caguas. Pero como la vida a veces no espera, Destinee quedó embarazada y así se lo notificó a su equipo el pasado domingo 29 de agosto. El embarazo es de alto riesgo, así que, para proteger a su bebé, Washington se tuvo que retirar del torneo. Lo que ocurrió después es un buen ejemplo de cómo la falta de perspectiva de género impacta asuntos que de su faz no aparentan tener que ver con género y se refleja en decisiones que de su faz aparentan ser neutrales.
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