Ha muerto este pasado 8 de agosto, a sus 92 años, Monseñor Pedro Casaldáliga Plá, obispo católico de la Diócesis de San Félix de Araguaia, en el estado de Mato Grosso en Brasil. De nacionalidad catalana, llegó a Brasil en 1968 y fue nombrado obispo en 1971. Influenciado por la Teología de la Liberación, perteneció a una pléyade de obispos latinoamericanos (denominada la generación de Medellín), caracterizada por su radicalidad evangélica, solidaridad con los pobres y defensa de los derechos humanos. Dada su defensa a los indígenas y los llamados “sin tierra”, fue amenazado de muerte por militares y terratenientes, por lo que llegó a sufrir varios atentados contra su vida. Se afirma que una frase expresada por el Papa Pablo VI le salvó la vida: “Quien toque a Pedro, toca a Pablo”.
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