

Todos somos testigos de la incertidumbre que vive la sociedad contemporánea, en especial, nuestra niñez y juventud. Como consecuencia, experimentamos un enojo enmarcado en el miedo. Una frustración tan pesada como el rencor, que tiene como resultado el prejuicio y la búsqueda de escapes tóxicos, con olor a violencia que busca culpables en todas las esquinas. El futuro pertenece a aquellos que son parte de la solución y no del problema, a los que saben distinguir entre la verdad y falsedad, que son veraces en pensamiento, palabra y acción.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: