Las canciones de Bad Bunny tienen el potencial de servir de libreto para cientos de miles de niños/as sobre cómo se ven a sí mismos y cómo es aceptable y hasta deseable tratarse entre sí, escribe José E. Muratti Toro
Las canciones de Bad Bunny tienen el potencial de servir de libreto para cientos de miles de niños/as sobre cómo se ven a sí mismos y cómo es aceptable y hasta deseable tratarse entre sí, escribe José E. Muratti Toro
En el día de ayer, la Dra. Fermina Liza Román, psicóloga perinatal, publicó una reflexión en redes sociales que el amigo Ricardo Rodríguez Santos tuvo la gentileza de compartirme. La Dra. Román dice: “la música sexualmente explícita normalizada y constantemente escuchada juega un papel importante en la hipersexualización de los niños y las niñas y se convierte entonces en una exposición a destiempo de contenido sexual y pornografía musical”.
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