Fueron semanas de mucho dolor. Sin embargo, como fotoperiodista atesoro la experiencia la cual, a través del lente, pude compartir con mi isla, escribe Luis Rolón Álvarez
Fueron semanas de mucho dolor. Sin embargo, como fotoperiodista atesoro la experiencia la cual, a través del lente, pude compartir con mi isla, escribe Luis Rolón Álvarez
Cada año en septiembre, recuerdo las casi 30 horas que viajé para llegar a Nueva York luego del ataque terrorista a las Torres Gemelas. Recuerdo el olor particular que se aspiraba en la Zona Cero y lo impresionante de ver camiones de bomberos cubiertos por polvo y material tóxico que se observaba en las calles y estructuras. Para entonces laboraba como fotoperiodista de un canal de televisión.
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