Recientemente escuchamos preocupaciones sobre si hacer o no un compromiso para evaluar con prioridad el Borrador del Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático (MARCC) de Puerto Rico, preparado por el Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático (CEACC), según el mandato de la Ley 33 del 2019.

Algunas preocupaciones expresadas parecerían dirigirse a que la nueva legislatura no atienda el documento con prioridad, entre ellas, que el Plan MARCC es un informe ambiental que si se ejecuta va en contra del desarrollo económico; que sus estrategias no son viables porque implantarlas es muy costoso; o que no hubo participación de todos los sectores en el desarrollo del documento.

Procuro aquí ayudar a disipar las preocupaciones y entender la importancia de implantar este novel borrador que constituye una de las aportaciones de política pública más importantes para el país generadas en tiempos recientes. Podríamos resumir su valor con un abc: el Plan MARCC es apremiante, beneficioso y costo-efectivo.

El borrador del Plan MARCC resume cómo el cambio climático se está manifestando en Puerto Rico y el mundo, ante lo cual propone 156 cursos de acción, es decir, recomendaciones basadas en un proceso de planificación que establece una serie de objetivos y estrategias claves para lograr soluciones ante un evento o situación, con métricas cuantificables.

Estas acciones representan la ruta de preparación y respuesta para los sectores de energía, infraestructuras, transportes y movilidad, residuos sólidos, salud, agricultura y ganadería, agua, sistemas marinos y zonas costeras, forestación, turismo, educación y justicia climática. Las acciones se dirigen a reducir la exposición y vulnerabilidad de la población, infraestructura, los servicios y las actividades económicas a los efectos del cambio climático.

El Plan MARCC no es un informe ambiental, es un plan estratégico abarcador que sigue la estructura delineada por la Ley 33 del 2019.

Si bien la implantación del plan conlleva inicialmente un presupuesto importante, lo cierto es que el costo de no poner en marcha estas acciones puede ser mucho mayor debido a las pérdidas causadas por la intensificación y mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos, sus efectos combinados y en cascada, y los riesgos asociados, presentes y en el futuro cercano. Un estudio reciente revela que el costo de la inacción ante el cambio climático en Puerto Rico alcanzaría los $379,270 millones en el Producto Interno Bruto en los próximos 25 años.

De acuerdo con el estudio, la pérdida por la inacción ascendería a $1,475,665 millones en infraestructura productiva. Esta valorización no incluye los efectos que el cambio climático tiene ya sobre la salud pública, ni los daños a la infraestructura natural, entre otros impactos.

Por otro lado, la Oficina de Presupuesto de la Asamblea Legislativa presentó un análisis del Plan MARCC al presidente de la Comisión Conjunta de Cambio Climático de la legislatura, fechado en enero del 2024, en el que indica entre sus hallazgos: “con respecto al Producto Interno Bruto, la adopción de políticas tempranas para mitigar o combatir el cambio climático está asociado con un crecimiento económico mayor y/o menores efectos económicos contrario a si se implementan tardíamente o si se continúan con las políticas actuales”.

El borrador del Plan MARCC fue escrito por científicos y profesionales reconocidos por su experiencia en el tema en Puerto Rico e internacionalmente. Su contenido se sometió a vistas públicas para fomentar la mayor participación de todos los sectores.

Es importante entender el ABC del Plan MARCC, para que se tomen las decisiones correctas, en el momento correcto. El CEACC cumplió con su compromiso ante el pueblo de Puerto Rico. El 2024 cierra con un país que tiene un borrador de un plan de carácter único, desarrollado para enfrentar las manifestaciones del cambio climático. Queda en manos de la nueva legislatura que este importante trabajo pase a la acción para el beneficio y bienestar del pueblo.