En su discurso este domingo, Pablo José Hernández Rivera le dijo al país que “se atrevió” a aspirar al cargo de comisionado residente. Si bien tiene razón –es arrojado pensar que después de cinco elecciones, un rookie logrará recuperar para el Partido Popular Democrático (PPD) su sitial en Washington– me parece que su principal atrevimiento es nadar contra la corriente de los tiempos y rescatar del escarnio superficial de la oposición la esencia misma de la Pava. Junto a un equipo diverso de líderes que en las últimas semanas han despuntado para distintos cargos en la colectividad, está insuflándola de vida y pujanza, cuando hace apenas unos meses todos la daban por muerta.
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