El reverendo Eric A. Hernández López señala que Jesús sanó a los endemoniados, dio importancia a las mujeres, sanó a los enfermos, se sentó con pecadores, atendió a los extranjeros e incluyó a la niñez
El reverendo Eric A. Hernández López señala que Jesús sanó a los endemoniados, dio importancia a las mujeres, sanó a los enfermos, se sentó con pecadores, atendió a los extranjeros e incluyó a la niñez
Cuando pensamos en la crucifixión de Jesús, es natural pensar por qué decidió morir voluntariamente en una cruz. La crucifixión era el castigo romano reservado para los ladrones, asesinos o rebeldes, y significaba el castigo más cruel que se podía ofrecer a un ser humano. La interpretación más tradicional, conocida como la expiación, afirma que por medio de su sacrificio Jesús pagó por el pecado del pueblo. Desde esta teología, todo aquel que cree en la cruz recibe perdón y también, disfruta de la resurrección. (Romanos 6:5)
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