La realidad de los confinados en Puerto Rico pinta un retrato muy distinto de nuestro país del que quisiéramos. Es un retrato sobre cómo no queremos enterarnos de la crueldad inútil de la que somos capaces, escribe el padre Pedro Rafael Ortiz
La realidad de los confinados en Puerto Rico pinta un retrato muy distinto de nuestro país del que quisiéramos. Es un retrato sobre cómo no queremos enterarnos de la crueldad inútil de la que somos capaces, escribe el padre Pedro Rafael Ortiz
Más de la mitad de las mujeres que están cumpliendo condenas en las cárceles de Puerto Rico fueron víctimas de abusos, muchas veces por parte de sus parejas, antes de caer presas. De hecho, según las estadísticas del propio gobierno, buena parte de esas mujeres habían recibido órdenes de protección para librarlas del peligro de la agresión. Las referidas estadísticas, publicadas anualmente, especifican los distintos tipos de agresión de las que esas mujeres fueron víctimas antes de ser enviadas a prisión.
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