Miro el futuro del servicio público en Puerto Rico con mucha esperanza porque sé que mi generación es distinta y nosotros mismos nos exigimos más, escribe Débora L. Aponte Martínez
Miro el futuro del servicio público en Puerto Rico con mucha esperanza porque sé que mi generación es distinta y nosotros mismos nos exigimos más, escribe Débora L. Aponte Martínez
No me gustaría pensar que la corrupción en nuestras instituciones públicas es algo endémico en Puerto Rico, pero las recientes noticias aportan a esta teoría. En aras de buscar soluciones a este problema que mina la confianza en nuestros servidores públicos propongo que la Asamblea Legislativa considere seriamente una ley para prohibir los revolving doors o el acto de pasar del sector público al sector privado (o viceversa) y beneficiarse con dinero del erario. Un ejemplo de esto sería un asesor municipal que luego pasa a ser contratista privado de ese mismo municipio. Dicha ley prohibiría y penalizaría este tipo de conducta.
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