No es ganar la discusión y obtener el aplauso lo que se deba perseguir, si la buena voluntad es realmente el propósito para encontrar soluciones conjuntas que nos beneficien sin distinciones, escribe Rafael Juarbe Pagán
No es ganar la discusión y obtener el aplauso lo que se deba perseguir, si la buena voluntad es realmente el propósito para encontrar soluciones conjuntas que nos beneficien sin distinciones, escribe Rafael Juarbe Pagán
El cinismo y el sarcasmo, entendido como una actitud despectiva y desconfiada hacia los demás, ha formado parte de nuestra cultura. En el debate político es común encontrarnos con un estilo de comunicación marcado por el cinismo y el sarcasmo. A menudo, se utilizan como herramienta para menospreciar las opiniones de quienes no comulgan con nuestra forma de pensar. Este enfoque, lejos de abrir espacios para un diálogo comprensivo, crea barreras y fortalece posturas extremas.
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