Ignorar la advertencia de la ciencia, anteponiendo intereses económicos cortoplacistas mediante la explotación desmedida de los recursos naturales, es una insensatez extrema, escribe Francisco A. Borelli Irizarry
Ignorar la advertencia de la ciencia, anteponiendo intereses económicos cortoplacistas mediante la explotación desmedida de los recursos naturales, es una insensatez extrema, escribe Francisco A. Borelli Irizarry
La Tierra es el único planeta que sustenta nuestras vidas. La madre tierra depende de la gran diversidad biológica que coexiste en un balance natural. Esa coexistencia de flora y fauna, en la cual los micro y macroorganismos de una misma especie, con o sin diferencias genéticas, forman un ecosistema que a su vez se integra a otro de forma interdependiente y así sucesivamente, se van entrelazando para formar esa gran comunidad que es la biosfera, en movimiento constante, hace del planeta un gran sistema vivo. Cada micro o macroorganismo tiene una función que le es propia y es indispensable para la sostenibilidad de la vida. (Nebel & Wright, 1999, p. 24).
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