El bipartidismo propone también una especie de salvación que alerta sobre los supuestos peligros de no aceptar su religión/partido/visión política, comenta Rubén Bonilla Ramos
El bipartidismo propone también una especie de salvación que alerta sobre los supuestos peligros de no aceptar su religión/partido/visión política, comenta Rubén Bonilla Ramos
De niño, el culto dominical era rutinario: un pastor predicaba y luego invitaba a la gente a aceptar a Jesús como su salvador personal. Este acto significaba, en mis tiempos de juventud, ser salvado de las garras de Satanás y el infierno. Como líder en la iglesia, en muchas ocasiones también invité a las personas a aceptar a Jesús como salvador. Me tomó mucho tiempo entender que esta práctica, en la gran mayoría de las veces, estaba fundamentada en el miedo.
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