Más allá del estigma y la fuerte penalización hacia la población general, ciertos consumos se perciben como incompatibles con las expectativas de la feminidad. Esto tiene consecuencias graves, escribe Carla V. Correa Cepeda
Más allá del estigma y la fuerte penalización hacia la población general, ciertos consumos se perciben como incompatibles con las expectativas de la feminidad. Esto tiene consecuencias graves, escribe Carla V. Correa Cepeda
Este 8 de marzo quiero alzar la voz por las mujeres que usan drogas. Con la llamada guerra contra las drogas, nuestra sociedad criminaliza a todas las personas que presentan consumos problemáticos; mas no hay duda de que las mujeres llevan la peor parte. Día a día sufren violencia a manos de la policía, en sus familias, el sistema carcelario, los servicios sociales, en instituciones estatales, el sistema médico y la sociedad en general.
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