Sin la capacidad fiscal para reemplazar los fondos federales, el sistema educativo se dividiría entre quienes tienen acceso a recursos de calidad y quienes quedarían rezagados, escribe Héctor Navedo
Sin la capacidad fiscal para reemplazar los fondos federales, el sistema educativo se dividiría entre quienes tienen acceso a recursos de calidad y quienes quedarían rezagados, escribe Héctor Navedo
La reelección de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos plantea desafíos complejos y éticamente significativos para la educación, tanto en el territorio continental como en Puerto Rico. Con políticas que se alega estarán centradas en la eliminación del Departamento de Educación y restricciones sobre iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, la agenda propuesta amenaza con profundizar las desigualdades estructurales en un sistema educativo ya debilitado.
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