El rigor ha quedado en el olvido. La displiscencia y la apariencia vana reinan, opina Carlos Díaz Olivo
El rigor ha quedado en el olvido. La displiscencia y la apariencia vana reinan, opina Carlos Díaz Olivo
En el devenir histórico de Puerto Rico, el desarrollo y reafirmación de una identidad nacional propia ha sido un factor importante a partir del siglo XIX, particularmente luego de la invasión militar estadounidense, en 1898. Como toda nacionalidad, la nuestra tiene su anclaje en prácticas y costumbres de ese conjunto de ciudadanos comunes que constituyen nuestro pueblo. De igual manera, esa identidad se consolidó por la construcción, desarrollada por intelectuales y políticos, de eso que suele llamarse la patria soñada.
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