El 16 de septiembre de 1966, hace hoy 50 años, la Metropolitan Opera House de Nueva York abrió su nueva sala en el complejo de teatros conocido como “Lincoln Center”. Una de las más importantes casas de música del mundo desalojaba su vieja estancia de 1883 y se ubicaba en un espléndido edificio cuya sala acomoda 3,600 espectadores. Para Puerto Rico fue una noche dorada. Justino Díaz, el gran barítono puertorriqueño, que a penas contaba 26 años de edad, interpretó uno de los papeles estelares en la obra comisionada para la apertura del nuevo teatro. Hizo el “Antonio”, en la ópera Antonio y Cleopatra, del compositor norteamericano Samuel Barber. Leontyne Price, otra gran voz del siglo 20, le acompañó como “Cleopatra”.
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El oro del país