El elemento de retribución o castigo no debe monopolizar la sentencia, escribe Julio Fontanet
El elemento de retribución o castigo no debe monopolizar la sentencia, escribe Julio Fontanet
Una de las funciones más difíciles del ejercicio de la abogacía es la de impartir justicia. Es decir, fungir como juez y tener que adjudicar una controversia entre dos partes que “juran y perjuran” que tienen la razón. El juez deberá escuchar a las partes y tomar una decisión conforme a derecho. En muchas ocasiones, la parte perdidosa —o aquella a la que el juez no le conceda el remedio solicitado— concluirá que el juez se equivocó o que fue injusto. En muchas ocasiones, particularmente en casos criminales y de alto perfil mediático, los jueces se convierten en víctimas de ese populismo punitivo que se nutre de expresiones de odio y desinformadas sobre los hechos de los casos.
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