El síndrome o práctica de echar la culpa a otro es un acto cobarde e irresponsable que no resuelve nuestros problemas, escribe Carlos Díaz Olivo
El síndrome o práctica de echar la culpa a otro es un acto cobarde e irresponsable que no resuelve nuestros problemas, escribe Carlos Díaz Olivo
Cuando prestamos atención al comportamiento consuetudinario de nuestra sociedad, encontramos indicios claros del denominado síndrome adámico. Esto es, la conducta de echar culpas a los demás con el fin de liberarnos de toda responsabilidad. El término proviene del relato bíblico de Adán y Eva, cuando se les pidió explicación por desobedecer y probar el fruto prohibido. Cada uno intentó excusarse de su proceder, culpando al otro de sus propios actos. Adán culpó a Eva por haberle convencido. Eva le echó la culpa a la serpiente.
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