Todo pamplinas. Los padres tienen una responsabilidad, y aquí da la impresión de que son otros los que deben asumirla. Prevalece la condescendencia, de acuerdo con Mayra Montero
Todo pamplinas. Los padres tienen una responsabilidad, y aquí da la impresión de que son otros los que deben asumirla. Prevalece la condescendencia, de acuerdo con Mayra Montero
De que haya infinidad de menores que reciban —y contesten— mensajes de contenido sexual, algunos de los cuales ponen en peligro su integridad física y mental, no es culpa del gobierno, ni del bipartidismo, ni del Departamento de Educación, ni de la pobreza, ni del colonialismo. Es culpa de los padres. Se ha llegado a un punto, con decenas de querellas semanales, en que los adultos deben y tienen que vigilar las relaciones que establecen sus hijos menores, casi siempre por internet, antes de que ocurra lo peor.
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