Si no se acaba con el pareo de aportaciones privadas en año electoral persiste un canal de impunidad para rebaños de corruptos, expone la exsenadora María de Lourdes Santiago
Si no se acaba con el pareo de aportaciones privadas en año electoral persiste un canal de impunidad para rebaños de corruptos, expone la exsenadora María de Lourdes Santiago
Con escándalo y hastío, el país recibió esta semana las noticias sobre un nuevo caso de corrupción vinculada a funcionarios públicos y campañas políticas. Aún sin recuperarse de la saga de Anaudi Hernández, el Partido Popular Democrático (PPD) enfrenta ahora alegaciones que involucran al anterior Secretario de Recreación y Deportes, y a personas cercanas a su ex candidato a la gobernación. Los acusados tenían además vínculos con la Comisión Estatal de Elecciones, el Departamento de Educación y el Departamento de Estado. Operaban bajo una compañía creada justo al comienzo de la administración García Padilla, siguiendo el patrón de casos anteriores: individuos cuyo mérito es haber pagado campañas políticas diseñan corporaciones con la intención específica de acaparar determinados contratos. Así se aprovecharon de diez millones de dólares de la administración PPD. Eso es más de lo que se ahorrará el gobierno cerrando más de cien escuelas.
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