Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
La mañana del 1 de enero de 1973, cuando mi primo Toñito me despertó para decirme que Roberto Clemente Walker había fallecido en un trágico accidente aéreo, comenzó a tejerse una leyenda. Para ese entonces, los muchachos de la calle Soto España, en San Lorenzo, coleccionábamos tarjetas de peloteros y estudiábamos sus estadísticas. ¡Soñábamos con ser atletas y jugábamos béisbol en la casa, en la calle, en la escuela y claro, en el parque de pelota!
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