Con todo este asunto de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), me escribe don Ignacio preocupado sobre esto de enchuflar. ¿Enchufar o enchuflar? Bueno don Ignacio, el verbo es, por ahora, enchufar, sin L, de manera que usted enchufa y yo enchufo en el enchufe (pero ni por un segundo se sienta mal; le confieso que a mí se me escapa enchufle y hasta ahora no me he electrocutado, je). Seguramente muchos que conocen la forma “correcta”, también enchuflan pero lo niegan, jaja. Muchísimas personas enchuflan en todo el mundo hispánico. Y, si la gente sigue enchuflando, además de que les subirá la luz, es posible que los académicos se apiaden y “enchufen” enchuflar en el diccionario. El tiempo dirá. Enchuflar es un regionalismo muy común aquí, que convive sin estrés con enchufar, y significa conectar a un tomacorriente. ¿Que de dónde viene enchufar? Para Corominas es el producto de la onomatopeya chuf, sonido que escuchamos cuando dos cosas se conectan; repita conmigo: chuf. En cambio, la academia asegura que se trata de un derivado del “árabe hispánico *gúf, y este del árabe clásico gawf, vientre (...)”. ¿Y enchuflar? Quizás por influencia de otros verbos como chiflar, rechiflar, inflar, camuflar, etc.. El detalle es que no son muchos los verbos con la terminación fl + ar. Aquí la fuerza de la analogía es cuestionable. Mire, este es un caso sospechoso; hay que indagar más. Especulo que podría ser por influencia de esa R final (la L y la R tienen mucho en común). Pero nada, la forma que no se aparta de la supuesta “norma culta”, es enchufar y enchufe. Mi querido lector, por el bien de su bolsillo, mejor apague, en vez de enchuflar, o enchufar.
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