Es hora de que el presidente Joe Biden empiece a mitigar la influencia de Rusia en Latinoamérica y desarrolle iniciativas más agresivas de colaboración de seguridad, de salud, y economía con esa región, escribe Carlos M. Cuebas
Es hora de que el presidente Joe Biden empiece a mitigar la influencia de Rusia en Latinoamérica y desarrolle iniciativas más agresivas de colaboración de seguridad, de salud, y economía con esa región, escribe Carlos M. Cuebas
La sangrienta invasión rusa a Ucrania, donde se atacan civiles indiscriminadamente, debe hacer que varios países latinoamericanos y del Caribe reevalúen su estrecha relación con Vladimir Putin. En solidaridad con Ucrania, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Argentina y Brasil deberían distanciarse de Rusia, o de lo contrario pudieran sentir los efectos de las sanciones y el rechazo casi unánime contra el régimen ruso.
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