Hoy el racismo en general es rechazado, pero la xenofobia sigue siendo vista como una forma de creencia, un criterio para establecer políticas públicas de exclusión, escribe Francisco J. Concepción
Hoy el racismo en general es rechazado, pero la xenofobia sigue siendo vista como una forma de creencia, un criterio para establecer políticas públicas de exclusión, escribe Francisco J. Concepción
Aparentemente la xenofobia, el odio por el extranjero, es el último racismo aceptable en sociedad hoy en día. Recientemente escuché a un profesional argumentando que los inmigrantes venían a quitarnos derechos. En otro contexto, una iglesia cristiana, una persona me argumentaba que los inmigrantes son traficantes de drogas y que por eso había que construir el muro y cerrar las fronteras. En ambos casos solo recordé las palabras de Jesús cuando dijo “fui forastero y me acogiste”. Al interlocutor cristiano se lo dije y lo que hizo fue reírse. ¿A quién le creía más, a Trump o a Jesús? Aparentemente eso estaba ya decidido.
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